lunes, 8 de noviembre de 2010

Forma de gobierno


La teoría de las formas de gobierno constituye un lugar clásico en la reflexión política abandonado por el pensamiento contemporáneo. Las razones de este olvido no son difíceles de discernir. Tradicionalmente se ha aceptado que, con variantes, las formas de gobierno vienen a ser una tríada insuperable: o manda uno (monarquía), o mandan varios (oligarquía en sus diversas formas), o mandan casi todos (politeia o, servata distantia, democracia). Cualquier forma de gobierno se reduce praxiológicamente a una de estas tres formas, también la forma de gobierno mixta. En este sentido, conviene no perder de vista que raramente se presenta químicamente pura una forma de gobierno. La razón última del abandono del estudio sobre las formas de gobierno estriba en la creencia generalizada en la existencia de una forma de gobierno óptima, con independencia de todo tiempo y lugar. Nada más lejos de la realidad, pues no se puede gobernar una comunidad política sin hacer acepción de historia y espacio. Tampoco despreciando la materia humana que debe ser configurada políticamente.

Fotografía: La deliberación en el Senado romano.