martes, 16 de noviembre de 2010

V Congreso Andaluz de Sociología / IESA-CSIC

Los días 4, 5 y 6 de noviembre se celebró en Córdoba el V Congreso Andaluz de Sociología, organizado por el Instituto de Estudios Sociales Avanzados y el CSIC bajo el lema Pluralismo y libertad. Cuatro investigadores del Seminario Luis Olariaga de Política social concurrieron con sendas comunicaciones a diversos paneles: Ester Bódablo, Antonio Luis Martínez, José María Bernal y Jerónimo Molina. En la fotografía, Bódalo, Martínez (dcha) y Molina en la sede del congreso.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

El "kimilsunismo": la religión política de Corea del Norte

De un libro de propaganda oficial de Corea del Norte: Kim Il-Sung, gran hombre del siglo.


Centro de estudio Juche de todo el mundo (sic).
Lápidas que tapizan el zócalo de la
Torre Juche.

"Actualmente, en las universidades de muchos países se desarrollan cursos sobre las ideas Juche [mezcla de estalinismo, maoísmo y nacionalismo impuesto a la población]. En un centenar de paíes han aparecido más de 400 instituciones, organizaciones y nombres de calles bautizadas con el nombre de Kim Il-Sung y el secreatrio Kim Jong-il [hijo del anterior]. Sus retratos cuelgan de muchas habitaciones en todos los lugares del mundo. De este modo se ve que los rayos de la Torre Juche han atravesado el corazón de innumerables personas, acreciendo la masa de sus seguidores.
La Torre Juche. Un pilar de 150 metros
coronado por una llama de 20 metros.
Cada año son traducidos y publicadas en numerosas lenguas, de más de cien países, las obras de Kim Il-Sung, con tiradas de decenas, de centeneres de millones de copias. Como no se puede esconder el sol con la palma de la mano, nada puede detener la propaganda de la verdad. Eso sucede con las ideas Juche. Las ideas Juche, la fuente de vida que revigoriza el espíritu de todos los pueblos, de cualquier parte del mundo, son consideradas por la humanidad como la verdad de la verdad".

lunes, 8 de noviembre de 2010

Esquema de una lección sobre los "juristas del 27"


Nicolás Pérez Serrano
 La protoescuela del constitucionalismo español. Un ejemplo del estancamiento del Derecho político: convencionalismo e ideología en la revista Política. Del Derecho político del krausismo al constitucionalismo moderno: Adolfo G. Posada. Contrapunto: un krausista de derechas, Luis del Valle Pascual. Derecho político ecléctico: Tomás Elorrieta Artaza; Nicolás Rodríguez Aniceto; Teodoro González García. Constitucionalismo y doctrina política bajo la II República. Los juristas del 27. a) Nicolás Pérez Serrano (1890-1961). La cátedra de Derecho político de la Universidad Central. La Revista de Derecho público. Influencia de la doctrina constitucionalista de Boris Mirkine-Guetzévitcht. b) Eduardo Luis Lloréns (1886-1946). c) Luis Recaséns Siches (1903-1977). d) José Medina Echavarría (1903-1977). e) Francisco Ayala (1906-2009). f) Francisco Javier Conde García (1908-1974). g) Gaspar Bayón Chacón (1909-1979). h) Manuel García-Pelayo (1909-1991). i) Miguel Cuevas (¿?). j) Gonzalo Cáceres Crosa (¿?).

Medina Echavarría

Bibliografía básica
1. Gabriel Guillén Kalle, El ideal de la II República. La Revista de Derecho público, 1932-1936. Murcia, Ediciones Isabor 2004.
2. Salvador de Madariaga, Anarquía o jerarquía. Introducción de Pedro C. González Cuevas. Madrid, Biblioteca Nueva 2005.
3. Gabriel Guillén Kalle y Joaquín Almoguera Carreres, Francisco Ayala (1927-1936). La ciencia política como ciencia de la realidad. Reus, Madrid 2007.
4. Eduardo L. Lloréns, La autonomía en la integración política. Estudio preliminar de G. Guillén Kalle. Madrid, Reus 2008.
5. José Medina Echavarría, Situación presente de la filosofía jurídica. Esquema de una interpretación. Madrid, Reus 2008.

Fotografías: Nicolás Pérez Serrano (derecha) y José Medina Echavarría.

Forma de gobierno


La teoría de las formas de gobierno constituye un lugar clásico en la reflexión política abandonado por el pensamiento contemporáneo. Las razones de este olvido no son difíceles de discernir. Tradicionalmente se ha aceptado que, con variantes, las formas de gobierno vienen a ser una tríada insuperable: o manda uno (monarquía), o mandan varios (oligarquía en sus diversas formas), o mandan casi todos (politeia o, servata distantia, democracia). Cualquier forma de gobierno se reduce praxiológicamente a una de estas tres formas, también la forma de gobierno mixta. En este sentido, conviene no perder de vista que raramente se presenta químicamente pura una forma de gobierno. La razón última del abandono del estudio sobre las formas de gobierno estriba en la creencia generalizada en la existencia de una forma de gobierno óptima, con independencia de todo tiempo y lugar. Nada más lejos de la realidad, pues no se puede gobernar una comunidad política sin hacer acepción de historia y espacio. Tampoco despreciando la materia humana que debe ser configurada políticamente.

Fotografía: La deliberación en el Senado romano.

La forma política


La forma política es un concepto histórico-concreto desarrollado fundamentalmente por la historiografía alemana desde finales del siglo XIX. En ella convergen una determinada vivencia del espacio (geopolítica) y del tiempo (cliopolítica), así como el sentido del derecho y el sentimiento de lo justo y lo injusto. Los elementos de toda forma política son diveros. Javier Conde, en su estudio Teoría y sistema de las formas políticas (Comares, Granada 2006), habla de plan, espacio y derecho. Dalmacio Negro, en cambio, en su tematización de la historia de las ideas y las formas políticas, suele referir a seis elementos: situación, constitución, ideología, organización, cultura y consenso. En cualquier caso, la singularidad de la forma política es tal que debe reconocerse una "estética" política característica. Así lo han entendido, entre otros historiadores de las formas políticas, Luis Díez del Corral y Manuel García-Pelayo.
La variabilidad histórica de las formas políticas es enorme: junto a las clásicas (polis, urbs, civitas, Estado) hay que contar otras de las que apenas nos ha llegado un eco antiguo. Son muchas más, sin duda, aquellas de las que no tenemos noticia. El éxito del Estado, forma política que se superpone a la modernidad (Staatlichkeit), determinó paulatinamente el arrumbamiento, la transformación o la desaparición de las formas preestatales. Es el caso de la Monarquía hispánica, que languidece durante todo el siglo XIX hasta que, ya en el siglo XX, la Guerra civil corta el nudo gordiano. Sólo así puede explicarse que Franco, moderator Hispaniae, fundara un Estado y diera a la nación la habitud estatal. Otras formas políticas, como el Dogado veneciano o la Monarquía Austrohúngara desaparecieron súbitamente, aquel por la conquista de Napoleón (1797) , esta por la derrota en la I Guerra mundial y el Diktat de Versalles (1919).

Fotografía: El Bucentauro, nave del Dogo de Venecia utilizado para la celebración de los esponsales de la ciudad con el mar.